Texto Bíblico del Día, explicación y aliento - 1 Pedro

La Epístola de Pedro ha sido descrita como la "Epístola de la Esperanza", la "Epístola del Valor" y la "Epístola de la Esperanza y la Gloria". Sus lecciones más destacadas son:
1) que los verdaderos hijos de Dios están sujetos a sufrimientos inmerecidos, pero que a pesar de estas persecuciones, por la gracia y el poder de Dios, permanecerán firmes;
2) que se conducirán en santidad independientemente de la situación que enfrenten. Pedro nos recuerda que el camino cristiano es un camino de santidad, ejemplificado por la vida de Cristo durante su peregrinación terrenal.

AUTORÍA: Esta epístola afirma haber sido escrita por Pedro y fue universalmente aceptada por la iglesia primitiva. Sin embargo, existe incertidumbre sobre el papel de Silas en esta obra (5:12).

DESTINATARIOS: Esta carta "encíclica" evidentemente estaba dirigida a todo el cuerpo de Cristo que habitaba la región de Asia Menor.

PROPÓSITO DE LA EPÍSTOLA - Con un tono enérgico, Pedro insta a los cristianos dispersos a tener valentía, paciencia, esperanza y santidad de vida frente al maltrato de sus enemigos. Quiere mostrarles cómo vivir su redención en un mundo hostil. Esto implica el debido cumplimiento de todos los deberes personales, civiles y religiosos.

El texto de esta carta de Pedro nos enseña que existe un tipo de sufrimiento según Dios. Algunos sufrimientos ocurren EN CRISTO, y otros por causa de Él. Cuando un creyente sufre para hacer la voluntad de Dios, es motivo de gozo (1 Pedro 4:13). Rechazar el egoísmo y sufrir en la carne conduce a la muerte del egoísmo, y esta privación genera una enorme libertad y fortaleza.

Pedro nos llama a vivir un estilo de vida santo y agradable al Señor. Se dirige no solo a nuestro comportamiento, sino también a nuestras intenciones, y nos insta a examinar nuestro corazón para que podamos actuar con motivos puros. Las palabras de este libro también nos brindan perlas de verdad para luchar en la guerra espiritual y vencer al enemigo.

Espero que este libro te anime mientras atraviesas pruebas y momentos difíciles, y que te inspire a desarrollar y mantener actitudes y comportamientos piadosos en cada área de tu vida.

1 Pedro 1:2 dice: ELEGIDOS (SEGÚN LA PRESCIENCIA DE DIOS PADRE) EN SANTIFICACIÓN DEL ESPÍRITU, PARA OBEDECER Y SER ROCIADOS CON LA SANGRE DE JESÚS EL CRISTO.

LA CUESTIÓN DE LA ELECCIÓN - No se puede negar que la Biblia enseña acerca de la elección. Tenemos 3 tipos de elección en las Escrituras:

1. La elección de un individuo para realizar alguna obra especial o particular (Dt 21,5; 1 Sm 2,27.28; Jr 1,5; Lc 6,13; Hch 9,15).
2. La elección de naciones o grupos de personas para altos privilegios religiosos (Dt 4,37; 7,6; 10,15; Is 41,8-9).
3. Una elección personal de individuos para convertirse en hijos de Dios y herederos de la gloria eterna (1:2; 2 Tes. 2:13, 140). Esta última elección no implica una «exclusión de otros cristianos de bendiciones preciosas similares: ni garantiza que su salvación sea irrevocablemente segura; continúan en un estado de prueba, y su elección puede volverse inútil (...) por incredulidad, y puede quedar en nada".

“La elección y predestinación de Dios (...) son su provisión y propósito misericordiosos para salvar a todo aquel que cree en el Señor Jesucristo, no una predeterminación arbitraria de quienes puedan creer.”

Su elección fue SEGÚN LA PRESCIENCIA DE DIOS PADRE; según el conocimiento amplio que Dios tiene de sus propios planes y obras, de modo que el conocimiento previo es prácticamente equivalente a su propósito deliberado y perspicaz.

La SANTIFICACIÓN aquí propuesta incluye tanto el proceso como el resultado de esa operación del Espíritu Santo, por la cual el corazón de la persona es limpiado del mal moral, y el carácter de la persona es plenamente conformado a la voluntad de Dios. El propósito eterno de Dios es que el hombre sea como Él (Ef 1:4). En esta condición moral creó al hombre (Gén 1:26,27). Hay un momento decisivo en relación con esta obra divina, en el que en un instante «el corazón queda purificado de todo pecado y lleno del amor puro de Dios y del hombre». Esta santidad es operada por el Espíritu Santo, quien ministra el “estado de gracia” provisto a través de la Sangre de Jesucristo.

La resurrección de Cristo testimonia la aceptación por parte de Dios de Su sacrificio y es la base de Su exaltación mediadora. El objetivo central de la esperanza del creyente es una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los Cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para salvación.

Como hijos de Dios, los creyentes son herederos de Dios. Les espera una herencia. A diferencia de los tesoros terrenales que se desvanecen, esta herencia espiritual es incorruptible. Conserva su perfección inmutable porque no contiene semillas de decadencia. Esta herencia se mantiene absolutamente segura para los creyentes a quienes se les ha confiado ella. Esta herencia anima a los creyentes a permanecer firmes en su fe a pesar de sus sufrimientos.

A TRAVÉS DE SU FE, DIOS SE PROTEGE CON SU PODER HASTA QUE RECIBAS ESTA SALVACIÓN, LISTA PARA SER REVELADA EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS. Esto requiere fe en el poder de Dios, que protege a su pueblo contra todos los enemigos. Él tiene la capacidad de preservar a cada creyente que se encomienda al poder divino. HAY SEGURIDAD PARA EL CREYENTE. Es para la eternidad, pero no es seguridad incondicional. Esta salvación requiere fe, lo que implica asentimiento mental y compromiso personal.

Que el gozo y el dolor puedan coexistir en la vida cristiana se revela por la grandeza del propósito de la salvación y la preciosidad del maravilloso Salvador. Pedro asegura a sus lectores que hay una "herencia" que espera a los cristianos y que estas diversas tentaciones que causan sufrimiento son permitidas para probar que su fe es real. La serenidad en estas crisis, aunque parezca que estamos siendo probados por el fuego, significaría la aprobación del mismo Señor con alabanza, honor y gloria en su revelación. El problema del sufrimiento siempre ha desconcertado a los cristianos, pero el camino hacia la gloria pasa por la resistencia o la oposición. Además, las pruebas y los sufrimientos "raramente vienen aislados, sino que son numerosos y aparecen desde diferentes direcciones". Este proceso purifica el alma separándola de cualquier impureza y manifestando la integridad de la fe cristiana en Jesucristo y el amor hacia Él.

En esta epístola, Pedro está cumpliendo la comisión de su Maestro: "fortalece a tus hermanos" (Lucas 22:32). Él había visto a Jesús, pero es probable que nadie en las iglesias a quienes escribió esta epístola lo hubiera visto. Pedro los elogia por creer en Cristo crucificado, resucitado e invisible y por su amor que es fruto de la verdadera fe. Su firmeza frente a la persecución probaría la realidad de su fe y los fortalecería de maneras que el lenguaje humano no podría expresar su alegría por ser salvados de todo pecado y calificados para disfrutar de las bendiciones que Cristo otorgará a los fieles a Su regreso.

En vista de esta gran salvación con su esperanza viva y su herencia incorruptible, el hombre no puede eludir la obligación de vivir una vida santa. La incertidumbre y el retraso no deben seducirlos para que regresen a la antigua vida de la que fueron salvados. ASI QUE, PREPARA SU MENTE PARA LA ACCIÓN Y EJERCITA EL AUTOCONTROL. PON TODA SU ESPERANZA EN LA GRACIA QUE RECIBIRÁS CUANDO JESUCRISTO SEA REVELADO, en el Rapto. Debemos prepararnos y actuar, dispuestos a hacer un esfuerzo concentrándonos enteramente en nuestras circunstancias y obedeciendo los mandatos de Dios. Pedro dice que debemos tener cuidado de que nuestras mentes no estén puestas en importunidades, temores y prejuicios mundanos. El éxito en la vida cristiana requiere la cooperación del intelecto, las facultades morales y espirituales. Para estar preparados para el regreso del Señor debemos ser HIJOS OBEDIENTES, no conformarnos a las costumbres y moralidad de quienes vivían entre ellos. SED HIJOS OBEDIENTES. NO REGRESEIS A VUESTRA ANTIGUA MANERA DE VIVIR, DONDE CUMPLIÁIS VUESTROS PROPIOS DESEOS Y VIVÍAIS EN LA IGNORANCIA (verso 14). Su carácter y conducta deben ser coherentes con su fe cristiana. Esta nueva forma de vida exige dejar atrás lo que fueron y lo que hicieron en el pasado y transformarse en lo que no habían sido.

La santidad de Dios es el motivo supremo de la santidad del hombre: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO. El mandato de Dios de ser santos (Lev. 11:44-46; 19:2; 20:7,26) muestra que Él se propone que aquellos a quienes Él llama sean Su posesión, no compartida con nadie más. Él es su Padre; el Cielo es su hogar; y su vida en la tierra es fugaz. Por lo tanto, el carácter que los califica para el Cielo es similar al suyo. Esta calificación no se logra mediante una separación ritual de la impureza, ni mediante una consagración formal al servicio divino, sino participando de la santidad de Dios por medio de Cristo (Heb. 12:10; 13:12; 1 Juan 1:7). Debido a la naturaleza del hombre, es posible que éste sea 'como' Dios. La posibilidad de llegar a ser santos determina nuestro deber de ser santos. Cuando consideramos la naturaleza de Dios, la voluntad de Dios, el llamado de Dios, el mandato de Dios, la promesa de Dios, la provisión de Dios, el poder de Dios y los propósitos eternos de Dios, la conclusión ineludible es que sin santidad no podemos agradarle (Hebreos 12:14).

Habiendo animado a sus lectores a andar "... en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación", sobre la base de que han llamado a Dios su Padre, el apóstol añade (v. 18) un segundo argumento: "...sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación (la cual recibisteis de vuestros padres), no con cosas corruptibles, como oro o plata; sino con la sangre preciosa del Cristo".
La consideración de nuestra redención debe ser una incitación constante y poderosa a la santidad y al temor de Dios.
Dios espera que los cristianos vivan de una manera que corresponda a lo que saben, y por eso tenemos una gran necesidad de tomar en serio lo que ya sabemos.
Ni el oro, ni la plata, ni ninguna cosa corruptible de este mundo puede redimir ni una sola alma. A veces son trampas, tentaciones y obstáculos para la salvación del hombre, pero de ninguna manera pueden comprarla ni causarla. Son corruptibles y por tanto no pueden salvar un alma incorruptible e inmortal.
La sangre de Jesucristo es el único rescate para la redención del hombre. La redención del hombre es real, no metafórica. Somos comprados por precio, y el precio es igual al valor de la compra, porque es la sangre preciosa de Cristo; es la sangre de una persona inocente, de un cordero sin mancha ni contaminación, que fue representado por el cordero pascual, y de una persona infinita, siendo el Hijo de Dios, y por eso se llama la sangre de Dios (Hechos 20:28).
El designio de Cristo al derramar su sangre preciosísima fue redimirnos, no sólo de la miseria eterna del más allá, sino de la vida vana de este mundo. Es vana la vida que es vacía, frívola, irreflexiva e inútil para el honor de Dios, para el crédito de la religión, para la convicción de los incrédulos y para el consuelo y satisfacción de la propia conciencia del hombre. No sólo el mal manifiesto, sino también la futilidad e inutilidad de nuestras vidas son tremendamente peligrosas. La vida de un hombre puede tener una apariencia de devoción y puede invocar la antigüedad y la tradición en su defensa, y, sin embargo, después de todo, ser la vida más vana.

Los creyentes están llamados a la santidad, que implica obediencia a la verdad. Jesucristo declaró: “YO SOY (...) LA VERDAD”. También oró al Padre para que sus seguidores fueran santificados “en la verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). La palabra de Dios que opera en el corazón del creyente como verdad y luz es la razón formal de la santificación. Se puede decir que el proceso de purificación comienza cuando una persona acepta la verdad acerca de Cristo y se somete a sus exigencias.

Esta purificación es a la vez negativa, dejando atrás toda malicia, y positiva, revistiéndose de lo bueno y creciendo en ello. La purificación es algo que va más allá de lo que comenzó en la regeneración e implica una respuesta momento a momento a la revelación del Espíritu de la voluntad de Dios.

El Agente divino en la purificación del corazón es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo concede gratuitamente tanto la obediencia como la pureza de corazón.

El fruto de un corazón puro es la caridad fraternal sincera. La nueva naturaleza se expresa a través de un amor "sin hipocresía", porque el corazón ha sido purificado del egoísmo y del odio. Este amor mutuo es ferviente, sincero y constante, "con plena capacidad de amar". No hay nada superficial ni meramente sentimental en ello, porque surge de un corazón limpio de cualquier mancha de deseo impío o pasión desmesurada. Los puros tienen una nueva fuente de vida, una nueva naturaleza y un nuevo poder que los impulsa a convertir el deber en acción.

La exhortación del verso 1 es una expansión del principio del amor en 1:22. Hay cinco cosas que debemos dejar de lado porque son incompatibles con el amor puro.

MALICIA es malevolencia, la inclinación a dañar al prójimo o hacer sufrir a otros.
ENGAÑO es astucia o truco engañoso para obtener ventaja sobre otros.
FINGIMIENTOS es un acto falso mediante el cual alguien pretende ser o hacer algo que no es o no hace. ENVIDIAS indica celos que en realidad son malicia o malevolencia oculta; Surgen de corazones descontentos y menosprecian la capacidad, la prosperidad, el desempeño o la reputación de los demás.
MURMURACIONES significan malicia en las palabras, que insinúan, difaman, calumnian y dicen mentiras injuriosas.

Se cita a Agustín: La malicia se deleita en el dolor ajeno; la envidia se marchita con el bien ajeno; el engaño comunica duplicidad a los corazones e hipocresía (o adulación) a la lengua; Las murmuraciones dañan el carácter de los demás.

Por eso, debemos desprendernos de estos sentimientos, dejándolos atrás, lo que indica una acción definitiva contra todo tipo de pecado en el momento de la conversión, de tal manera que no haya lugar para ningún pecado en la vida del cristiano. Todo pecado que haya sobrevivido al choque de la conversión debe ser abandonado.

Nuevamente se contrastan los aspectos negativos y positivos de la vida cristiana. En el verso 1, había impedimentos que debían abandonarse. Aquí, como niños nacidos de nuevo, que han experimentado un cambio completo de vida y de carácter, deben desear intensamente la leche espiritual pura, sin contaminar, sin mezclar con agua. Necesitan progresar; La manera más segura de volver a caer en el pecado es no buscar la santidad. Tuvieron una genuina regeneración. El alimento proporcionado por las verdaderas doctrinas del evangelio les permitiría crecer en fe, amor y santidad, hasta llegar a la plena estatura de Cristo.

Sólo cuando los cristianos se alimentan de la palabra de Dios crecerán. NADA PUEDE SUSTITUIR LA PALABRA. Una explicación de los muchos casos de desarrollo reprimido entre el pueblo de Dios es que muy pocos han demostrado realmente, mediante la atención personal a su vida devocional, que el Señor es misericordioso; o como prefieren algunos traductores: "Qué dulce es el Señor". El alma en crecimiento necesita "tiempo para ser santa".

• Como cristianos, debemos realizar que pertenecemos a una nación santa. Los israelitas fueron separados para vivir al honor y la gloria de Dios y para ser un representante para mostrar a Dios a las naciones gentiles. Igualmente, los cristianos son apartados para representar a Dios en la tierra y predicar el Evangelio entre las naciones.
• El mundo vive en tinieblas, impíos, desprecia los mandamientos de Dios, muchos viven bajo la influencia de poderes de tinieblas, drogas y alcohol. Dios ha llamado al cristiano para dejare su maravillosa luz de salvación brille a través de la sangre de Jesucristo en el mundo.
• El cristiano está llamado a cumplir con sus deberes como sacerdote real. El Sumo Sacerdote tenía que vestirse diariamente en especial digno vestido, con el pectoral en el que se grabaron las 12 tribus de Israel. Llevaba al pueblo judío en su corazón. Igualmente, el cristiano está llamado como sacerdote no a participar en el mundo, sino a distinguirse del mundo. El cristiano debe llevar al incrédulo en su corazón y hacer intercesiones diarias. Orando por nombre del incrédulo que él o ella va a venir a la fe en Jesucristo.
• Al Sumo Sacerdote sólo se le permitía entrar en el Santo de los Santos una vez al año después de traer un sacrificio por sus pecados. El cristiano puede, después de confesar sus pecados, acercarse a Dios el Padre en oración en cualquier momento del día. Porque nuestro Señor Jesucristo ha hecho el sacrificio por nosotros. Pero debemos recordar que Dios el Padre es un Dios Santo.
• La iglesia (el Santo de los Santos) puede no parecerse a un lugar de una discoteca mundana, donde uno entra con la ropa desgarrada y el teléfono móvil activado.
• La gente viene a la iglesia para adorar a Dios el Padre y al Señor Jesucristo, para alabar. La Trinidad es una Santidad, son Dios. Ellos son por encima de todos los presidentes y reyes en la tierra. Son por encima de todos los ángeles. Los ángeles muestran todo respeto por Dios. El destino de satanás y los ángeles caídos que deseaban ponerse por encima de Dios, su destino es el lago de fuego para siempre.
• El sacerdote del Antiguo Testamento fue puesto aparte del pueblo israelí ordinario. El cristiano recibió el Espíritu Santo inmediatamente después de su asunción de Jesús como Salvador. El sacerdote A.T. tenía un ministerio. El cristiano debe usar el poder del Espíritu Santo para decir NO al pecado y completar su ministerio a la Voluntad de Dios.

La alabanza abre la puerta a más gracia - John Wesley
La alabanza y la adoración en su boca es un arma poderosa para derrotar a Satanás.

Tenemos que enfrentar nuestras circunstancias y otras cosas en la tierra antes de que el Señor regrese, no con temor o ansiedad, sino con ALTAS ALABANZAS al Señor de nuestra boca y la espada de dos filos que es Su Palabra en nuestra mano.

¡Este es el tiempo para que el pueblo de Dios declare su alabanza entre las naciones! Dios nos hizo un sacerdocio real para proclamar Su alabanza hasta los confines de la tierra.

ALGO SUCEDE EN EL REINO ESPIRITUAL CUANDO EL PUEBLO DE DIOS COMIENZA A ALABARLO, CANTARLO Y REALMENTE ADORARLO.
¡Hay una liberación del Espíritu y surge una nueva libertad! Los grilletes del miedo, la duda y la preocupación comienzan a desaparecer.

La alabanza derriba el poder de la oscuridad, dispersa a los oponentes demoníacos y frustra las estrategias de Satanás - Wesley L. Duewel
Enfréntate a Satanás y sus principados de antemano con ALABANZA y ADORACIÓN en tus labios. Al hacerlo, ¡Dios luchará por ti, tal como lo hizo por Israel! (2 Crónicas 20).

¡El enemigo escuchará tu adoración y sabrá que está derrotado!

1-Todos los verdaderos cristianos somos linaje escogido; todos ellos forman una familia, un tipo y clase de pueblo, distinto del mundo común, de otro espíritu, principios y prácticas, de lo que jamás podrían ser, si no fuesen escogidos en Cristo para serlo, santificados por el Espíritu.

2-Todos los verdaderos siervos de Cristo son un "...real sacerdocio...". Son reales en su relación con Dios y Cristo, en su poder con Dios y sobre sí mismos y todos sus enemigos espirituales; Son principescos en el desarrollo y excelencia de sus propios espíritus, y en sus esperanzas y expectativas; son un sacerdocio real, separado del pecado y de los pecadores, consagrado a Dios, y que ofrece a Dios servicios espirituales y oblaciones, aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

3-Todos los cristianos, sin importar dónde se encuentren, constituyen una nación santa. Son una nación reunida bajo una sola cabeza, concordes en los mismos usos y costumbres, y gobernados por las mismas leyes; y son una nación santa, porque están consagrados y consagrados a Dios, renovados y santificados por el Espíritu Santo.

4-Es un honor para los siervos de Cristo ser el pueblo peculiar de Dios. Son las personas de Tu adquisición, de Tu elección, de Tu cuidado y de Tu placer. Estas cuatro dignidades de todo cristiano auténtico no le son naturales; porque su primer estado era un estado de horrible oscuridad, pero en realidad son llamados de la oscuridad a un estado de maravillosa luz, alegría, placer y prosperidad, con esta intención y visión, que puedan mostrar, con palabras y hechos, las virtudes y alabanzas de aquel que los llamó.

En este texto, Pedro inicia otra serie de exhortaciones. Aquí se centra en las relaciones con el mundo exterior. Esta exhortación inicial advierte que existen deseos carnales que luchan contra el alma. John Wesley habla de su morada en una casa extranjera (el cuerpo) y de ser peregrinos en un país extranjero (este mundo). Por lo tanto, deben abstenerse de todo lo que es natural en esta casa extranjera donde viven temporalmente o en este país por el que pasan. No debemos concluir que el cuerpo (o la vida humana) en la tierra es esencialmente malo. Se vuelve malo al entrar en conflicto con la voluntad de Dios para el alma.

Verso 12: PROCUREN VIVIR DE FORMA EJEMPLAR ENTRE LOS INCRÉDULOS. ASÍ, AUNQUE LOS ACUSEN DE HACER MAL, VERÁN SU BUENA CONDUCTA Y GLORIARÁN A DIOS CUANDO JUZGUE AL MUNDO. Los cristianos fueron difamados y maltratados por negarse a adorar a dioses paganos y a participar en festines carnales e ídolos. Pedro les exhorta a evitar cuidadosamente cualquier cosa que dañe el cuerpo, obstaculice el desarrollo del alma, destruya el amor mutuo o debilite su testimonio cristiano. Toda su vida debe ser honesta entre los gentiles, y sus virtudes de juicio moral deben ser aprobadas incluso por los no cristianos. Mucho antes de la era cristiana, Platón escribió sobre "la batalla inmortal entre el bien y el mal". A pesar de las calumnias y difamaciones que acusaban a los cristianos de ser malhechores, una investigación cuidadosa de sus vidas y caracteres convencería a sus detractores de su coherencia cristiana y podría llevar a los gentiles (paganos) a creer en Cristo. En cualquier caso, la honestidad los impulsaría a glorificar a Dios, a magnificar al Dios de los cristianos, según el cual modelaban su conducta.

La lealtad de los cristianos a Jesús como Rey celestial los sometió a persecución debido a la falsa acusación de deslealtad a los gobernantes de este mundo. Aunque los cristianos eran "extranjeros y peregrinos", debían someterse a los poderes civiles, que "instrumentalmente… son ordenados por los hombres, pero originalmente todo su poder proviene de Dios". Pedro sabe que los verdaderos santos son los mejores ciudadanos. Su sumisión es por amor al Señor. La cooperación con las autoridades que promueven el bienestar general de la humanidad recomienda el evangelio a todos los buenos ciudadanos; por lo tanto, los cristianos deben evitar ser "conscientemente contenciosos" al negarse a hacer lo que no sería pecaminoso. Esta sumisión se extiende a TODA ORDEN HUMANA, a toda institución ordenada por el hombre, a toda autoridad humana, a toda institución social fundamental, al estado, al hogar, a la familia y a las funciones divinamente ordenadas. Esta sumisión AL REY, COMO LA AUTORIDAD MÁXIMA, significa sumisión al emperador romano, quien en el momento en que Pedro escribió esta epístola probablemente era Nerón.
Pedro enfatiza la obediencia a la autoridad civil. Esta era una regla general, pero hay excepciones en las que las ordenanzas humanas entran en conflicto con los dictados de la conciencia, iluminada por el Espíritu Santo. En tales casos, el propio Pedro es un ejemplo de lo que debe hacerse (Hechos 4:19,20; 5:29).

La obediencia que demuestra la verdadera santidad cumple la voluntad de Dios, que siempre implica una vida irreprochable.

En cuatro breves mandatos, Pedro menciona principios que, de obedecerse, evitarán muchos problemas y cumplirán con las obligaciones éticas del hombre. TRATAR A TODOS CON RESPETO. Esto significa que todos los hombres recibirán la estima que merecen por haber sido creados a imagen de Dios, redimidos por Su Hijo y designados para un lugar específico en Su reino. Existen diferentes circunstancias en la vida, pero el cristiano da a cada uno el respeto y el trato que le corresponde. La obediencia a este simple mandato resultará en un golpe mortal a todos los conflictos raciales.

AMA A SUS HERMANOS. Esto requiere una actitud especial hacia el cuerpo de creyentes, no solo como individuos, sino como comunidad. Las relaciones correctas con los no cristianos requieren la observancia de normas de conducta adecuadas; sin embargo, dentro de la Iglesia, la vida se trata más de actitudes y sentimientos correctos que de normas. Este tipo de amor solo es posible entre cristianos.

TEMER A DIOS. Pedro comenzó con los hombres en general, luego pasó a los hombres espirituales y de ellos a Dios mismo. Dios debe ser tratado con tal reverencia y humildad que el mayor temor del hombre será desagradarLe. Este temor exige un debido respeto a las autoridades civiles que Él ha instituido; sin embargo, cuando las exigencias de obediencia entran en conflicto, Su exigencia prevalece sobre la de cualquier autoridad humana.

SU RELACION PERSONAL CON DIOS

• Como en un buen matrimonio, es importante hablar entre sí todos los días. De manera similar en su relación con Dios. Dios te habla a través de la Biblia, debes probar todo a la Biblia, si es de Dios o no. Todo lo que la gente proclama, la única prueba es la Palabra de Dios.
• Hablas a Dios a través de la adoración y la oración.
• El cristiano lee la Biblia diariamente, aproximadamente de 3 páginas al día, en 1 año desde Génesis hasta Apocalipsis. Lo mejor en dos traducciones que dan una mejor luz. Después de leer, tómese el tiempo para reflexionar sobre lo que Dios hoy le quiere decir a usted.
• En el estudios Bíblico se oye la interpretación de otros cristianos.
• En los comentarios bíblicos se explican los textos, a menudo basados en el texto original (hebreo y griego). Pero ser crítico y no aceptar todo cucaracha, probar contra otros textos bíblicos en su contexto.
• Su adoración y alabanza por la obra terminada de Jesucristo en la Cruz, que murió por sus pecados.
• Agradézcale su comida diaria, su salud y su trabajo.
• Llevar sus problemas e inquietudes a Dios.
• La intercesión de los gobiernos de que respetarán los mandamientos de Dios y no aprobar leyes que van en contra de los mandamientos de Dios. La protección de ellos por Dios.
• Llevar sus problemas e inquietudes a Dios.
• La intercesión que los profesores en escuelas y universidades respetarán los mandamientos de Dios y no enseñarán doctrinas falsas de socialismo y comunismo, etc.
• La intercesión para los incrédulos por su nombre de que serán liberados de los poderes de las tinieblas y llegarán a la fe en Jesucristo.
• Para su crecimiento espiritual y caminar bajo el control del Espíritu Santo y para conocer la Voluntad de Dios.
• La intercesión por Israel, incluyendo Mateo 24: 19-20 Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días. Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado.

El contexto de este pasaje comienza en el verso 18, cuando Pedro habla de la esclavitud, que él aceptaba como institución, y de la organización social de la época, que incluía en la estructura de los hogares y las familias una jerarquía de sirvientes, desde esclavos hasta empleados. Algunos "amos" eran buenos y humanos, bondadosos y considerados; otros, sin embargo, eran malvados (tiránicos e injustos). Independientemente de la disposición del amo, el siervo debía ser obediente y sumiso con todo respeto. El verso 19 deja claro que los siervos cristianos deben estar motivados por el deseo de ser fieles a las exigencias de Dios y leales a sus superiores, más que por el temor al castigo.

Esta es una manifestación de gracia, más que de "heroísmo natural u orgullo filosófico", cuando, conscientes de su voluntad, soportan con paciencia el trato injusto para mantener la presencia y la bendición de Dios. Esto es un eco del Sermón del Monte (Mateo 5:10). Pero no hay gloria si los sufrimientos, independientemente de su gravedad o de la paciencia con la que se soporten, son consecuencia de las faltas del siervo. Pedro dice que si después de haber hecho lo bueno y lo amable somos afligidos injustamente, ESTO AGRADA A DIOS (v. 20) o HALLAREMOS SU FAVOR. Lo que le sucede a una persona no es menos importante que su reacción, porque esta revela su verdadero carácter.

Los cristianos están llamados a seguir a Cristo, a ser santos y, si es necesario, a sufrir injustamente. Deben ir adonde Él va y seguir su ejemplo, ya sea al glorioso Monte de la Transfiguración o al triste Getsemaní y al Calvario. Los apóstoles nunca prometieron que seguir a Cristo nos eximiría del sufrimiento, ni siquiera del injusto, porque Cristo sufrió por nosotros (v. 21). Ya que sufrió en nuestro lugar para redimirnos, un corazón agradecido debería impulsarnos a sufrir por él. Seguir a Cristo implica llevar la cruz (Marcos 8:34) y la tribulación (Juan 16:33), en las cuales Él es nuestro ejemplo. En el verso 21 tenemos una doble metáfora: un ejemplo, una copia escrita por el Señor para que sus seguidores la observen cuidadosamente; y un camino a imitar: SIGAN SUS PASOS. Las ideas implican una identificación completa con la inocencia personal de nuestro Señor, su sumisión paciente y su humilde mansedumbre.

Nuestro Señor sufriente nunca pecó ni engañó a nadie (v. 22). Fue irreprochable en palabra y obra. No se defendió cuando fue insultado ni amenazó con vengarse cuando sufrió, sino que dejó su caso en manos de Dios (v. 23). Su sumisión voluntaria no solo cumplió la voluntad de Dios, sino que sentó un precedente y un ejemplo para sus seguidores. Creía que Dios lo vindicaría y recompensaría su inocencia.

Pedro había reprendido a Jesús cuando predijo su muerte (Mateo 16:21-23). ​​Pero ahora sabe que toda esperanza de vida eterna y salvación reside en el sufrimiento y la muerte de nuestro Señor. Pedro describe el propósito: para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. La expresión «POR SUS LLAGAS SOMOS SANADOS» indica la humillación y el sufrimiento extremo de Cristo (Isaías 53), mediante el cual el hombre es salvado. «Este es un método nuevo y extraño de sanación; el médico pagó el precio, y los enfermos recibieron su sanidad».
PORQUE VOSOTROS ERAIS COMO OVEJAS DESCARRIADAS, MAS AHORA ESTÁIS YA CONVERTIDOS AL PASTROR Y OBISPO DE VUESTRAS ALMAS (v. 25).

Pedro demostró que la gracia divina es suficiente para salvar, santificar y sostener durante el sufrimiento. Ahora demuestra que es suficiente para las relaciones sociales. Continuando con la idea de la sujeción, Pedro pasa a la relación entre esposas y esposos, no entre mujeres y hombres en general. Las esposas cristianas deben ser obedientes y leales a sus esposos, incluso si el esposo no obedece la palabra o no es cristiano. Este mandato no implica la inferioridad personal de la esposa ni la obliga a participar en nada que viole su conciencia iluminada por el Espíritu ni la dignidad de sus derechos humanos.

El matrimonio es una institución divina y la incompatibilidad religiosa no justifica su disolución. La subordinación de la esposa al esposo fue ordenada por Dios (Gén. 2:7, 21, 22) y la mujer debe mantenerla en amor como ayudante del hombre. Por otro lado, el rol de liderazgo del hombre debe desarrollarse con amor. El cristianismo restaura la relación correcta entre esposo y esposa. La autoridad ejercida con amor y la subordinación reconocida promueven el desarrollo del afecto y la amistad.
El noble objetivo es que el esposo incrédulo, por la conducta de su esposa, sea ganado sin palabras, considerando su vida casta con temor. La esposa, mediante el santo temor, busca actuar de tal manera que no obstaculice la conversión de su esposo. Su sermón sin palabras lo convencerá de que Jesús debe ser el Mesías, ya que su esposa no podría ser tan pura y virtuosa. Sin palabras, es decir, sin argumentos, solo con la conducta.

La idea no es defender la insignificancia de la apariencia exterior, sino el concepto de que las cualidades internas son más importantes. La belleza exterior es corruptible; la interior, incorruptible. Esta belleza oculta del corazón se expresa en un "espíritu afable y apacible" (v. 4). Esta cualidad no se refiere a rasgos de personalidad adquiridos genéticamente, como ser una persona de pocas palabras. Más bien, se refiere a una actitud interior caracterizada por la ausencia de ansiedad, junto con la confianza en Dios, el bendito controlador de todas las cosas. Un espíritu afable es de gran valor; una mujer caracterizada por un "espíritu afable y apacible" no solo es preciosa para Dios y una gloria para su esposo, sino también una fuente de alegría para todos los que viven con ella.

Algunas personas siempre han tendido a ser extremistas en su vestimenta. Hoy en día, la tendencia es pecar por usar muy poca ropa. La santidad de corazón es el remedio para el amor por el adorno exterior. El desprecio extremo por la apariencia personal que algunas personas muestran no es una señal de piedad superior; Las mujeres santas siempre procuran ser irreprensibles en su comportamiento, en su actitud hacia la vestimenta y en su respeto y deferencia hacia sus esposos, como Sara, cuyas hijas espirituales deben seguir su ejemplo. Independientemente de las prohibiciones detalladas que algunos ven en estos versos, cuatro principios deben regir la vestimenta de un cristiano:
1. Debe ser de buen gusto, no descuidada.
2. La ropa debe ser sencilla, no llamativa ni ostentosa.
3. Debe ser modesta, vistiendo a la persona de manera decente.
4. Debe ser económica y coherente con la mayordomía cristiana.

Los esposos también tienen el deber de vivir con sus esposas con comprensión, es decir, con entendimiento y discernimiento, como iguales. Sus obligaciones son iguales, porque son coherederos de la gracia de la vida. Como vaso más frágil físicamente, la esposa debe recibir un trato respetuoso de su esposo, a quien está subordinada. Debe evitarse la discordia doméstica que surge de los desacuerdos y los sentimientos negativos, para que sus oraciones no se vean obstaculizadas. La santidad produce actitudes correctas y acciones apropiadas entre esposos (1 Tesalonicenses 7:3-7).

Otra observación que se ve con frecuencia en muchas familias es que el padre o esposo, en la iglesia o entre los creyentes, es una gran persona, educado, tolerante, amable, dispuesto a ayudar a cualquiera de afuera con sus problemas. Sin embargo, en casa, no es así. Es gruñón, se queja de todo, no tiene paciencia, no tiene tiempo para su esposa ni para sus hijos, no agradece a nadie, no alaba a nadie, nada es bueno. Por favor, si actúas así, cambia. No seas hipócrita. Quienes nos ayudan en casa y nos apoyan para que podamos continuar con nuestro trabajo y ministerios seculares deben ser bien tratados. ¿De verdad vale la pena intentar hacer felices a tantas personas externas que a veces ni siquiera te das cuenta, a costa de que tu propia familia viva triste por tus acciones? Piénsalo.

Aprende:
1- Devolver "...mal por mal, maldición por maldición" es una práctica anticristiana y pecaminosa. El magistrado puede castigar a los malhechores, y las personas pueden buscar ayuda cuando son agraviadas; pero la venganza personal mediante duelos, reprimendas e injurias secretas está prohibida (Prov. 20:22; Lc. 6:27; Rm. 12:17; 1 Ts. 5:15). Maldició es insultar a otra persona con términos duros, iracundos y vergonzosos; pero cuando los ministros censuran severamente y predican con fervor sobre los pecados de su época, no están injuriando por ello. Todos los profetas y apóstoles hicieron esto (Is. 56:10; Sof. 3:3; Hch. 20:29).
2- Las leyes de Cristo nos obligan a injuriar con una bendición. Mateo 5:44 "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced el bien a los que os odian y orad por los que os hacen daño y os persiguen". No debéis justificarlos en sus pecados, sino hacer por vuestros enemigos lo que la justicia exige o la caridad manda. Debemos tener compasión de quienes nos insultan, orar por ellos y amarlos.
3- El llamado del cristiano, al tiempo que lo promueve a gloriosos privilegios, también lo obliga a diversos deberes.
4- Todos los verdaderos siervos de Dios heredarán inevitablemente una bendición; ya la poseen en gran medida, pero su posesión plena está reservada para otro estado y otro mundo.

El secreto de la valentía y el éxito al enfrentar la oposición reside: en santificar Cristo y consagrar como Señor de su vida. Esto significa entronizar a Cristo en su corazón como el Señor supremo, quien, siendo inocente, sufrió por los culpables y tiene la preeminencia en todo (Col. 1:18); reconocerlo como santo; confiar plenamente en sus sabias providencias con toda sinceridad; y amarlo con un amor inspirado por una teología sólida que cubre su muerte con un significado expiatorio.

Siempre debemos estar PREPARADOS para enfrentar el escarnio de los críticos y la investigación honesta de quienes buscan la verdad. La respuesta a CUALQUIERA QUE (...) PREGUNTE UNA RAZÓN PARA LA ESPERANZA implica una explicación racional de las verdades fundamentales del cristianismo y una refutación convincente de las falsas acusaciones. Dicha respuesta requiere MANSEDUMBRE, TEMOR Y BUENA CONCIENCIA (v. 16). Para ser eficaz, el testimonio debe basarse en una vida piadosa; Debe presentarse con firmeza, sin ningún atisbo de rebeldía ni falta de respeto hacia quienes interrogan, y debe provenir de un corazón consciente de la presencia divina. En tiempos de Pedro, cuando los cristianos eran vistos como malhechores y acusados ​​de creencias religiosas heréticas y malas costumbres, su mejor defensa no era la argumentación vehemente, sino la buena conducta en Cristo, el testimonio silencioso de una vida santa centrada en el Señor Jesús.

Pedro enfatiza de varias maneras la preparación para el sufrimiento, que es ineludible. Cristo es nuestro ejemplo de sufrimiento inmerecido (3:18-22). Aquí, en los versos 1-6, se cita la separación del pecado como una de las causas de la persecución. Puesto que Cristo sufrió físicamente por nosotros, los cristianos deben armarse de un mismo sentir para sufrir con paciencia sea cual sea la voluntad de Dios. Esto no solo significa identificarse con Cristo en espíritu y propósito, sino también en aborrecer el pecado. Pedro usa aquí la frase «sufrió físicamente por nosotros» para referirse a nuestra muerte al pecado (Rom. 6:2-4). Pero no quiere decir que este tipo de sufrimiento salve al hombre. Identificarse con la muerte de nuestro Señor significa que el cristiano ha cesado del pecado. Está en el mundo, pero no es del mundo. Está en el cuerpo, pero al romper con toda conexión con el pecado, ya no modela su vida según las concupiscencias humanas, impulsadas por la naturaleza depravada. En lugar de conformarse a las normas morales de la antigua vida, su vida ahora tiene una nueva orientación: LA VOLUNTAD DE DIOS. Esta vida también tiene una nueva dinámica: EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO (Rom. 6:1-13; 8:1-3).

Pedro comprendió que el fin de la dispensación estaba cerca. Se creía que la Venida de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio estaban muy cerca. Esta imagen sirvió como un poderoso incentivo para una vida santa y aliento para los creyentes en sus aflicciones. La brevedad del tiempo requería discreción, autocontrol, "buen juicio y un espíritu sobrio para la oración". "La excitación irrazonable e incesante hace imposible la verdadera oración".

Es posible que Pedro haya escrito estas palabras como un triste recuerdo de la ocasión en que "el miedo, la curiosidad ociosa, la excitación impaciente y el descuido del deber" lo llevaron a descuidar la vigilancia y la oración, y terminó negando al Señor. Sin embargo, independientemente de la demora del regreso de nuestro Señor, los cristianos debemos estar preparados y alerta ante las artimañas y engaños del diablo, que busca aprovecharse de ellos.

Debemos ser constantes en la oración, para que este fin no nos sorprenda. Jesús es muy claro en Mateo 24, versos 6-9: "Y oiréis guerras, y rumores de guerras; mirad que no os turbéis; porque es necesario que todo esto acontezca; mas aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, son principio de dolores. Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre". Los levantamientos de nación contra nación (Estados Unidos) que vemos ahora en California, las guerras en Ucrania, los musulmanes matando a los cristianos en África, etc. Es evidente que vivimos en los últimos días, incluyendo la anarquía (v. 12). Satanás está haciendo todo lo posible y se avecinan los 7 años de la Gran Tribulación. Estas señales están claramente descritas por Jesús en Mateo 24 y ampliadas en el libro de Apocalipsis.

Siempre que le pase algo al cristiano que le pueda hacer ansioso, llenándolo de malestar y aprensión, debe volverse el Padre celestial en oración.

PONGA SU ANSIEDAD SOBRE DIOS con confianza de que será escuchada por el QUE SE PREOCUPA POR USTED. Esto resultará en una calma interior, la paz de Dios que guardará el corazón y las facultades mentales.

Profundamente dentro, el cristiano no dudará de inquietud, mal sentimiento y alarmismo, y su mente no será perturbada por las distracciones resultantes de la ansiedad. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en el Cristo Jesús (Fil. 4.6,7).

El salmista declaró:
Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; y a los molidos de espíritu salvará (Salmos 34:18).

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen males (1 Pedro 3:12).

No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios! (Is 41.10)

Las iglesias pueden abrir de nuevo. Sin embargo, hay hermanos y hermanas que tienen miedo de volver a visitar la iglesia debido a una posible contaminación. Muchos van de compras de nuevo, pero tienen miedo de ir a la iglesia. Incluso algunos creyentes tienen las agallas de dar consejos negativos en Facebook para volver a la iglesia. Que recuerden cuidadosamente que satanás vaga como un león rugiente, buscando a quién puede devorar.

Cada hermano y hermana tiene su responsabilidad. Cada uno tendrá que responder PERSONALMENTE para el asiento del juicio de Jesucristo. 2 Cor. 5:10 dice, Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos delante del tribunal del Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, bueno o malo.

Lo que cada uno hace en casa, estudia la Biblia, cuánto tiempo ora, celebra la Santa Cena con su familia, cada uno debe ser responsable ante. Heb. 10:25 dice: "No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca". Se acerca el día del Rapto de la Iglesia. Con el Covid-19 y toda la destrucción en las protestas, está claro que el Rapto se acerca.

Yo mismo pertenezco al grupo de alto riesgo, pero eso no me impide continuar mi trabajo por el Señor Jesucristo. Pero tome todas las medidas de precaución, no abrazo a mi hermano o hermana, no dar la mano, mantener siempre con máscara y distancia.

Ayer, día 13, fue dicho cómo leer la Biblia y POR QUÉ.

• Sin conocimiento bíblico profundo, sin la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios (Ef. 6:17), no podemos derrotar al león satanás rugiente (1 Pedro 5:8).
• Jesús utiliza únicamente la Palabra de Dios en Mateo 4:3-11 para resistir a satanás, y en el verso 11, satanás sufrió la derrota y se fue.
• Así, con cada ataque de satanás en el creyente, el creyente debe usar la Palabra de Dios (Texto(s) Bíblico(s)) para resistir a satanás. Eso requiere una parte superior del conocimiento de la Biblia de la cabeza, que sólo poseen, si usted lee toda la Biblia en 1 año.
• Con amor, uno puede usar textos bíblicos para evangelizar y acercarse al incrédulo con Juan 3:16 siendo el más conocido. Es la Palabra de Dios y el Espíritu Santo Quien convencen al incrédulo.
• Practicando en la Palabra de Dios con cada ataque de satanás, la gente crece espiritualmente. Pero eso requiere un conocimiento profundo de la Biblia porque en la caída, Eva cayó a través de la mitad de las verdades de satanás. Y presta mucha atención al abuso de la Palabra de Dios por parte de satanás en las tentaciones de Jesús en Mateo 4.
• Aprende versos de la Biblia de memoria que encuentres importantes en la lucha contra satanás y por el evangelismo.